Según el SAT; la e.firma es la clave electrónica para identificarte de forma digital, garantizando tu identidad y la integridad de tus documentos, con validez de una firma autógrafa. Hecha a partir de tus datos personales y datos biométricos.
La e.firma, además de permitir el acceso a distintas aplicaciones y servicios del SAT, se utiliza para firmar documentos electrónicos, contratos, solicitudes de trámite y servicios del gobierno.
La e.firma se compone de 3 elementos:
Archivo .cer
Archivo digital con extensión “.cer” que permite identificar al firmante.
Archivo .key
Archivo digital con extensión “.key” cuyo contenido está encriptado. A su vez, para tener la capacidad de leer el contenido, se deberá contar con su contraseña.
Contraseña
Palabra clave que permite descifrar la llave privada al momento de firmar digitalmente.
¿Cómo se tramita la e.firma por primera vez?
Primero debes agendar una cita en la página de internet del SAT, en el menú de “Otros trámites y servicios”, y acudir el día y hora señalado con la siguiente documentación:
Original o copia certificada de una identificación oficial vigente.
Original del comprobante de domicilio fiscal en caso de contribuyentes que hubieran obtenido su RFC a través del portal del SAT con su CURP.
Copia simple del CURP.
Identificación oficial vigente del contribuyente como credencial del INE, pasaporte o cartilla.
Una unidad de memoria extraíble (USB).
Correo electrónico personal.
Solicitud de Certificado de e.firma.
Durante la cita, el contribuyente deberá aportar los siguientes datos de identidad:
Fotografía de frente.
Huellas digitales.
Fotografía de iris.
Firma y digitalización de los documentos originales.
Tras obtener tu firma digital, es importante que resguardes o hagas un respaldo en un medio electrónico seguro.
Recuerda que tanto la contraseña como la e.firma son de uso privado y no se debe compartir con nadie, pues solamente el titular es responsable de las consecuencias jurídicas que deriven de su mal uso y que pueden ser de tipo penal.